Página 61 - conta`m, dona

III Premi 2007
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Conta’m, dona
Pues, bueno, que la descripción de mi persona iba por la in-
teligencia argéntea que se desprendía de mis silencios, cuando
además me ofreció, versallesco hasta el empalago, un cigarrillo.
Yo, por un momento, sentí curiosidad, ya que la cajetilla era de
una marca extranjera y no la había visto nunca. Pero inmediata-
mente pensé que, si se lo despreciaba, lo desalentaría, con lo cual
conseguiría, dado que no le veía intención alguna de pagarme
un tercer whisky, que continuara dándome la tabarra. «Apenas
fumo», le dije entonces; y fue en aquel momento cuando, de to-
das todas, me sorprendió. «No te preocupes, entonces yo tam-
poco fumaré», me respondió, con una sonrisa almibarada. Me
cuesta trabajo aceptarlo, pero aquella frase me dejó anonadada.
Reconozco que es una frase muy simple, pero entiendan ustedes
que nunca me había topado con un hombre que, voluntariamente
y sin presiones, dejase de encender un pitillo ante una mujer. Es-
tarán conmigo en que hay pocas posibilidades de que un fumador
apague un cigarrillo (incluso cuando una le indica claramente
y por las bravas que le molesta el humo) si lo tiene encendido
y está decidido a fumar. Manolo, aunque me había soltado un
cúmulo portentoso de majaderías, siendo además un adicto al
tabaco, surgía de repente ante mí como la prueba viva del respeto
y la consideración. Era un paladín (algo entradito en carnes, es
cierto; pero paladín al fin y al cabo) dispuesto al sacrificio por su
amada. Y el cigarrillo no encendido, el testimonio de la necesaria
devoción de todo príncipe azul por la dueña de su amor.
A partir de aquel momento nos volvimos a ver más a menudo.
Manolo, a la luz del sol, resultó ser más gordito y achaparrado
que en penumbras, pero Manolo tenía coche (un último mod-
elo) y trabajo fijo en algo oficial y que sonaba muy bien, que
también había que tenerlo en cuenta, como me decía Cuquita; y
por añadidura también tenía aquella cajetilla, que dejaba sobre
el salpicadero de su automóvil cuando íbamos a la discoteca o