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Jóvenes investigadoras













            NuEVOS HORizONTES EN LA ASiSTENCiA PERSONAL, LA ESTRATEGiA
            peertopeer EN SALuD MENTAL Y Su PROPuESTA HACiA OTROS
            ÁMbiTOS.


            ROSA MARíA DE CAbO CALzADA
            Graduada en Trabajo Social.
            Máster en Políticas Sociales y Dependencia por la UNED.
            rocabcal@gmail.com









              Las personas con enfermedad mental constituyen un colectivo que se encuentra poco vi-
            sibilizado dentro de los Servicios Sociales; el escaso conocimientos sobre las enfermedades
            mentales y su realidad repercute en que las formas de intervención que se plantean resulten en
            muchas ocasiones, obsoletas, por ello queremos poner la atención sobre el peertopeer.


              El peertopeer se plantea como un apoyo individualizado basado en el servicio de asistencia
            personal, en el que las personas con enfermedad mental actúan desde el rol de asistentes per-
            sonales y sirven de apoyo a personas en una situación similar. Se contempla como una ayuda
            entre iguales, tal y como se ha hecho de manera informal dentro de los grupos de ayuda mutua,
            pero utilizando la figura de la asistencia personal, es decir, profesionalizándolo.


              Este servicio se centra en poner en manifiesto que la enfermedad mental es una circunstancia
            más de la persona, con la que va a convivir en su día a día, con la intención de que se deje de
            percibir como una cuestión incapacitante. Su objetivo es el fomento de la autonomía personal y
            un apoyo en la realización de su proyecto de vida, al centrarse en las necesidades tanto básicas
            como sociales de la persona beneficiaria del servicio.


              Esta forma de intervención va a adoptar los preceptos en los que se basa la metodología cen-
            trada en la persona, por ello se va a centrar en indagar sobre los aspectos de la vida diaria en
            los que encuentran más dificultades, y utilizar ese conocimiento para mejorar la atención que
            se le estaba proporcionando a las personas con enfermedad mental. Lo que se promulga es
            que no solo debe estar orientado a paliar los efectos de la enfermedad, sino que estas perso-
            nas comprendan su patología, el proceso que conlleva y cómo afrontarlo con el apoyo de una
            tercera persona, el asistente.







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