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29Las primeras iniciativas para el dise%u00f1o y la se%u00f1alizaci%u00f3n de senderos de gran recorrido tuvieron lugar en los Alpes franceses tras la segunda guerra mundial. El naturalista Henri Viaux inaugur%u00f3 en 1947 la primera ruta balizada para ir a pie por la monta%u00f1a. Era apta para todos los p%u00fablicos y estaba exenta de dificultades t%u00e9cnicas. Esa fue la clave para la expansi%u00f3n posterior que tuvo en toda Europa. Caminar al aire libre no precisa tener un equipo t%u00e9cnico espec%u00edfico ni una forma f%u00edsica fuera de lo habitual. En principio, cualquier persona, a cualquier edad, puede recorrer largas distancias en el medio natural y eso le permite descubrir parajes desconocidos y acceder a lugares que s%u00f3lo se puede llegar a pie. Si adem%u00e1s el sendero es m%u00e1s largo con una duraci%u00f3n de varios d%u00edas, la sensaci%u00f3n de viaje se afianza, se desconecta de la rutina cotidiana y la integraci%u00f3n en el entorno es absoluta. El ejemplo de Francia fue seguido por otros pa%u00edses europeos como Alemania o Suiza que comenzaron a se%u00f1alizar los primeros senderos en sus espacios naturales. En la actualidad es posible cruzar toda Europa siguiendo estas rutas calificadas como Senderos Europeos de Gran Recorrido. El ejemplo de Europa se ha universalizado dando el salto a otros continentes contribuyendo al desarrollo de un turismo lento y sostenible marcado por las relaciones humanas y la integraci%u00f3n en el paisaje. El senderismo surge en los pa%u00edses centroeuropeos tambi%u00e9n, como una forma de recuperar