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Senderos deGran Recorridocaminos tradicionales que hab%u00edan sido abandonados y que constitu%u00edan el entramado social de un mundo rural que estaba desapareciendo. La creaci%u00f3n en 1969 en Alemania de la Asociaci%u00f3n Europea de Senderismo fue el eje fundamental para el desarrollo de una red europea de senderos de gran recorrido. Gracias a esta asociaci%u00f3n de la que forman parte 27 pa%u00edses y 49 entidades excursionistas, se estableci%u00f3 una tipolog%u00eda y normativa, a fin de garantizar la seguridad siguiendo un sistema sencillo y f%u00e1cil de entender. Espa%u00f1a entra a formar parte de la red de Senderos de Gran Recorrido en 1972. En ese a%u00f1o la Federaci%u00f3n Espa%u00f1ola de Deportes de Monta%u00f1a y Escalada recibi%u00f3 una carta de la F%u00e9d%u00e9ration Fran%u00e7aise de la Randonn%u00e9e Pedestre de Paris, en la que se explicaba que Francia estaba recuperando caminos antiguos de monta%u00f1a desde finales de los a%u00f1os cuarenta para ponerlos al alcance de todos los excursionistas, sin necesidad de un gu%u00eda conocedor del terreno. En esta invitaci%u00f3n se solicitaba la continuaci%u00f3n del Sendero Europeo E-5 (Austria-Espa%u00f1a) por territorio peninsular cruzando los Pirineos. La FEDME traslad%u00f3 la petici%u00f3n a la Federaci%u00f3 Catalana de Muntanya que, en unos pocos meses, prepar%u00f3 la comisi%u00f3n para desarrollar los primeros 220 km desde Bellprat hasta Fredes en Castell%u00f3n. Hab%u00eda nacido el GR-7. Actualmente la red de senderos en Espa%u00f1a se acerca a los 70.000 km y est%u00e1 en continuo crecimiento, con nuevos sen