II Premi 2012
217
Conta’m, dona
Le dieron muchas ganas de llorar. Y lo hizo. Lloró. Y lloró. Cu-
ando se recuperó un poco volvió a llorar.
Durante un tiempo estuvo triste, su familia notó pequeños cambi-
os sucintos como el olvido al comprar dos clases de pan diferen-
tes, o que el cola-cao no estaba caliente. Sultán sin embargo no se
despegaba de la señora Gutiérrez y le traía de la calle pequeños
regalos inestimables, palos, trozos de pan seco y saltamontes.
Aunque preguntaron a nuestra protagonista qué le ocurría, ella se
limitaba a sonreir y a decir “¡Pues nada! ¡Qué tontería!” entonces
se encogían de hombros y seguían con sus vidas.
Un día mientras la señora Gutiérrez paseaba a Sultán después de
la comida, se encontró con una amiga.
La notó contenta, guapa, divertida, y pensó, “ le ha tocado la
lotería o se ha enamorao”. Y se lo dijo así. “ Te ha tocado la
lotería o te has enamoraooo?” La amiga que se llamaba Elena
le dijo que ojalá, pero que era mucho más sencillo que eso, le
animó a que le acompañara, y la señora Gutiérrez pensó que no
tenía nada que perder.
Me gustaría poder contaros que a partir de entonces la señora
Gutiérrez no se levanta a las 6:00 am para prepararles el alm-
uerzo y desayuno a sus allegados, pero eso no podré decíroslo
porque la alimentación es la forma de decir a los tuyos lo que los
quieres y además hay cosas que no las cambias de repente. Aún
así no consintió ya un “grñrrfffffffñññ”, como “Buenos días”
y consiguió que Sultán paseara sosegadamente con todos los
miembros de la familia, sin contar con el encantador de perros a
su lado. Además los besos eran reales y no tirados de cualquier
manera al aire.
1...,207,208,209,210,211,212,213,214,215,216 218,219,220,221,222,223,224,225,226,227,...232