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LA iMPORTANCiA DE LA EDuCACióN iNCLuSiVA EN LA CONSOLiDACióN
DEL ESTADO DE biENESTAR EN ESPAñA

es en la extensión de sus sistemas de protección social, esto es, más capaz de dar respuesta
al mayor número posible de colectivos en situación de desventaja (Huete, 2018).

A pesar de ello, y como es lógico, estos pilares del Estado de bienestar han sufrido diversas
modificaciones fruto de los cambios normativos y la evolución de las sociedades. En el caso
de la educación, que es tema central que nos ocupa en este artículo, la forma en que se ha
concebido y articulado este pilar ha pasado por cinco grandes cambios, correspondientes a
las grandes y más relevantes reformas del sistema educativo y sus leyes desde la democracia
hasta nuestros días: (1) la Ley Orgánica reguladora del Derecho a la Educación (LODE) 8/1985
en 1990; (2) la Ley de Ordenación General del Sistema educativo LOGSE; (3) la Ley Orgánica
de la Calidad de Educación de 2002 (LOCE) que fue reemplazada por (4) la Ley Orgánica de
Educación de 5/2006 (LOE). Y por último (5), la Ley Orgánica Mejora Calidad Educativa 8/2013,
de 9 de diciembre, para la mejora de la calidad educativa (LOMCE).

Cada una de ellas cuenta con una serie de elementos de diversa índole (objetivos, gasto pú-
blico, demandas sociales, factores sociopolíticos etc.) que suponen una concepción poliédrica
y sobre todo cambiante de la educación como pilar del Estado de bienestar, el cual repercute
de forma directa en el tipo de individuos y sociedad que se configura. Así pues, nos encontra-
mos con propuestas normativas en materia de educación que han supuesto y enfatizado en
aspectos tan diversos como: la universalidad y gratuidad de la educación pública; la reestruc-
turación de la enseñanza secundaria; el énfasis de la productividad; el auge de las escuelas
concertadas; el trabajo por la calidad; la equidad y atención a la diversidad, así como el interés
por los resultados, la medición y la competitividad.

Por tanto, desde nuestra propuesta inicial y tal como iremos desgranando a lo largo de este
trabajo, la educación es uno de los pilares clave del Estado de bienestar pues partimos de la
existencia de una correlación positiva entre la mejora del nivel educativo y el avance del bien-
estar social, asegurando que la educación de calidad pensada para todas las personas es
la mejor forma de garantizar la igualdad de oportunidades y elemento clave para el logro del
resto de aspectos que configuran el Estado de bienestar, puesto que dota a los individuos de
las herramientas conceptuales, reflexivas, críticas, actitudinales y valores esenciales para un
desarrollo social justo.

2.5. situación actual del estado de bienestar.

Es complejo hablar de una situación concreta del Estado de bienestar, pues se trata de un as-
pecto que se encuentra en continua transformación, fruto de la conexión de una enorme varia-
bilidad de factores. No obstante, para conocer el nivel de desarrollo del Estado de bienestar en
España, Navarro (2004) destaca dos indicadores, fundamentalmente. Por un lado, el porcentaje
de la población adulta que trabaja en dichos servicios, es decir, en sanidad, en educación y en
servicios de ayuda a la familia y otros servicios personales. Y por otro lado, según la cantidad

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