Estación término
148
porque he sido incapaz de encontrar las escaleras mecánicas o el
ascensor. Con el lío de voces me he equivocado de dirección y
me he vuelto a meter en otro túnel. Por fortuna un revisor me ha
indicado qué debía hacer para llegar a la parada de taxis.
Antes de ponerme en la cola he visto el contenedor de papel y he
tirado la revista que había leído antes. Entonces, al quedarme la
mano libre de estorbos, me he dado cuenta de que no llevaba el
paraguas y de que lo había olvidado en el portaequipajes, seguro
que nadie me lo ha quitado, es muy aparatoso para eso. ¡Ah!, no
le he dicho cómo es, por si alguien lo encuentra antes que yo;
pues es grande, del tamaño de un bastón, siempre voy apoyada
en él, me da seguridad y certidumbre. La empuñadura es suave y
blanca, pero no el albo de la nieve, el tiempo ha envejecido tam-
bién el color y lo ha apergaminado sin afearlo. Las varillas ya no
son tan firmes como antaño, ni siquiera cuando está apoyado en
el suelo se ve recto del todo, el armazón tiene una ligera curvatura
que lo hace aún más particular. La tela está confeccionada en una
gama de tonos neutros pero muy gratos a la vista y según el día
destacan más los azules o los grises, esos matices que dan una paz
inmensa que nunca se agota.
Ni recuerdo desde cuándo lo tengo, siempre he vivido con él,
de ahí que me resulte imposible marcharme sin él. Le pareceré
pueril y boba por querer registrar el tren esta misma noche, esta
madrugada si es necesario, pero insisto en que no me moveré de
su estación término hasta que me den mi paraguas, creo que ni
sabría adónde ir sin él...
-¡Es ella, válgame Dios!. Muchísimas gracias señor agente,
muchísimas gracias por ayudarme a encontrar a mi hija. Sí,
es esa mujer que está hablando en el mostrador de infor-
mación, hemos hecho el viaje juntas pero la marabunta que
se ha formado en la salida nos ha despistado y cada una ha
1...,138,139,140,141,142,143,144,145,146,147 149,150,151,152,153,154,155,156,157,158,...232