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FUNDACIÓN CASER

Finalmente, el Consejo aprobó en mayo de 2018 la Propuesta de Recomendación del Consejo
relativa a unos sistemas de educación y cuidados de la primera infancia de buena calidad COM
(2018) 271 final de 22.5.2018 (Comisión Europea, 2018a).

La educación infantil está incluida en el Método Abierto de Coordinación, un sistema de
informes regulares previstos por el mecanismo del semestre Europeo. Sin embargo, hay que
tener en cuenta que las políticas para niños y, en concreto la educación infantil, juegan un papel
secundario en el Semestre Europeo (Parlamento Europeo 2018) y mantiene una relación causal
entre estas políticas y las necesidades del mercado laboral. Así p.ej. el informe de la Comisión
sobre Alemania de marzo de 2018 (Comisión Europea, 2018b) trata la educación infantil en el
capítulo dedicado al mercado laboral y señala que, la demanda continúa sin estar cubierta en el
segmento de los menores de tres años. Subraya los problemas relacionados con la calidad de
la atención y la flexibilidad de la oferta y saluda tanto los fondos complementarios destinados
a la atención como la anunciada ley para regular la calidad en la atención.

Las Recomendaciones de la CE para Alemania correspondientes el semestre europeo de
mayo de 2018 señalan que el gasto público en educación en 2016 se situó en el 4,2% del Pib,
0,5 puntos por debajo de la media de la uE y reclama un incremento de la financiación pública
de la educación infantil (Comisión Europea, 2018c).

Las críticas a las políticas europeas en materia de atención 0-3 años.

En el discurso de las instituciones europeas la atención 0-3 años tiene un carácter instrumental,
dado que se la considera central para impulsar la creación de empleo y el crecimiento económico
(Lewis y otros, 2008). La Estrategia 2020 de la Comisión Europea de 2010 define la educación
infantil como uno de los elementos centrales para lograr los objetivos de crecimiento económico
evitando elevadas tasas de abandono escolar, obviando en cierta manera la pregunta acerca de
los motivos intrínsecos del sistema educativo que motiva el fracaso escolar. Algunos autores
(ver p.ej. urban 2015a) reclaman la necesidad de replantear la inserción de la educación infantil
en el sistema educativo y abogan por superar los principios economicistas que guían estas
políticas. La falta un enfoque integral y trasversal en las políticas europeas de educación infantil
las sitúa en una “paradoja de buenas intenciones” (urban 2015b). Es por ello que en la uE la
atención infantil ha resultado poco eficaz para mejorar sustancialmente la situación de los niños
especialmente vulnerables ya que no está integrada en una política trasversal para luchar contra
la pobreza y la exclusión. La educación infantil debería impulsar la condición de ciudadanía en
sociedades hiper-diversas, retomar aspectos aparentemente ausentes del debate como el de
la “clase social” y centrarse en hacer accesible este servicio especialmente para los niños
vulnerables (urban, 2015a y 205b).

Por último llama la atención la poca o nula referencia en el debate alemán a las iniciativas
europeas. En el debate parlamentario sobre las Ley para la ampliación de la atención de día en

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